martes, 14 de abril de 2009

PEQUEÑAS COSAS

Hay momentos en la vida que suceden cosas que hacen que aprendamos a disfrutar de los detalles más pequeños, insignificantes y cotidianos. Incluso los que más nos disgustan y desagradan a veces pueden convertirse en un regalo. Nos hemos habituado tanto a nuestro estado normal que no pensamos que esto podría variar. Me refiero a oler después de la lluvia, escuchar el agua saliendo del grifo o incluso ver la polución. No tiene que ser bonito ni perfecto,simplemente saborear y disfrutar de los cinco sentidos con los que se nos ha dotado y a los que no siempre damos la suficiente importancia ni agradecemos como debiéramos. Así que ¿porque no dedicamos de vez en cuando unos pocos minutos a oler, oír, ver, tocar, gustar ......... en definitiva, a sentir la vida? No gastaremos demasiado tiempo y sin embargo disfrutaremos mucho con ello. Saboreemos pues las pequeñas cosas, pequeños placeres. Es sencillo pero muy necesario y placentero.

2 comentarios:

Amparo dijo...

¡Si señora!

Paco Bailac dijo...

Bonita sugerencia EVA. Con demasiada frecuencia olvidamos la presencia de esas cosas sencillas que tanto pueden aportar a nuestra existencia.
¡¡buena recomendación!! me alegra visitarte.

pacobailacoach.blogspot.com