El viernes estuve viendo el musical “La Bella y la Bestia”.
A pesar de conocer las buenas críticas de Madrid y Barcelona, no podía imaginar como habían desarrollado y transformado al escenario este espectáculo basado en la maravillosa película de dibujos animados que la factoría Disney hizo de este cuento. Sentía una gran curiosidad por verlo.
Y la verdad es que consiguen crear la magía de Disney con imaginación, laboriosidad y dinamismo.
El trabajo realizado por toda la compañía es espléndido y un esfuerzo inmenso.
Dirección, actores, bailarines, director de orquesta, músicos, coreografía, libreto y letras, regidores, maquillaje, peluquería, vestuario, sonido, luminotécnia, decorados, todo está muy bien organizado y sincronizado!!!
Los decorados junto con la iluminación, el sonido y el movimiento escénico crean una perfecta coreografía de escaleras, casas y bibliotecas que te transportan del pueblo de Bella al Castillo de la Bestia sin apenas percibirlo.
El vestuario, el maquillaje con sus caracterizaciones y la interpretación actoral, forman unos personajes fantásticos de los cuales Lumière, Gaston y Lefou son un bombón.
La Sra. Potts y su hijo Chips, Din Don, Babette, Maurice, La Bella y la Bestia, todos ellos espléndidos.
Los bailarines estupendos. Y para ellos el número musical de un Lumière al más puro estilo Maurice Chevalier, donde platos, servilletas, cubiertos y demás enseres, interpretan un espectáculo digno de Broadway Melodies, en el que termina todo el público siguiendo la música con palmas y casi bailando con ellos.
¿Lo mejor de todo? estar acompañada de mis sobrinas y sus amigas del colegio. Ver como sonríen, se divierten o incluso se asustan, y al final como aplauden al ballet y actores, como abuchean a Gastón por malo o chillan de emoción cuando salen La Bella y La Bestia a saludar, fue increíble.
No sé que me hizo disfrutar más.
Esta magnífica obra musical de Alan Menken tiene todos los elementos para que niños y mayores pasemos unas casi 3 horas deliciosas en el teatro.
Solo puedo calificarla de espectacular, cautivadora e imprescindible.