EL HUESPED

¿Nunca os ha sucedido que de pronto encuentras en tu casa a un ser al que no habías invitado? Pues esto es lo que me ha ocurrido a mí estos días. Lo malo del caso es que es un ente con nombre de paso de baile. Ajajá! lo habéis adivinado, CUCARACHA. Tan solo pronunciar su nombre me produce arcadas! Aunque podía haber sido peor, por ejemplo, que se presentase sin avisar el primo de Mickey Mousse o Ratatouille. Y es que entre las obras de la finca, el escape de San Juan, el nuevo que hay ahora (voy a tener que ponerme seria con los vecinos, ya van dos) y el calor de la calefacción, hay más habitantes en casa de los que quisiéramos. Probablemente pensareis que soy una exagerada pero desde que entró en mi habitación no he dormido en ella. Juré que hasta que no viese el cadáver no volvería a mi cama. El cadáver no lo he visto pero me han asegurado que ya no me molestará más. No sé si han hecho algún tipo de pacto o amenaza, o quizás han acabado con ella, me da igual lo que hayan hecho. Yo, me alegro. O sea que ayer volví a tomar posesión de mi habitáculo floral. ¿Os habéis fijado que se extinguen todo tipo de seres vivos menos unos? Exacto, los coleópteros y las ratas. ¡No hay nada que los extermine! Si los pones al microondas no mueren ni estallan como sería lo normal, ¡NO! ¡SALEN MORENOS COMO SI HUBIESEN TOMADO SOL ARTIFICIAL!!!!???? De verdad, probadlo. Vaya, me siento fatal escribiendo esto, pero...... es que mutan constantemente y creo que van a ser las únicas supervivientes al final de los tiempos. ¿Os imagináis un mundo así? ¡Que asco! Tan solo pensarlo pierdo la cabeza. Por suerte, me han dicho, que sin nuestra basura y sin calorcito no pueden subsistir. ¡Menos mal! Así que con riesgo de pillar un resfriado abro la ventana y me pongo a limpiar.