viernes, 5 de diciembre de 2008

HISTORIAS PARA NO COMER

No han sido películas como “The Ring” y “Scream” las que han hecho de mí una telefonofóbica,no. Han sido las llamadas que cada día a la hora de comer y/o cenar realizan para ofrecerme algo.
Por su culpa me he sensibilizado tanto que cada vez que suena el teléfono aparece en mi mente imágenes dichas películas.
¿Pero porqué lo hacen? ¿Y se puede saber con que derecho?
¿Que parte de domicilio particular no han entendido? Porque yo lo veo muy claro.
Lo peor del caso es que llaman preguntando por mi padre y debo aclarar que está muerto.
Pero cuando esta aclaración la haces un día tras otro a la misma oferta, sucede que te hartas y terminas respondiendo mal.

Tan mal como que a la pregunta de
- “está el Sr. ....”,
acabas diciendo
- “no , no está”
- “y cuando podría encontrarle”
- “pues lo veo difícil, como no sea a través de una médium”
- (silencio al otro lado)
- “es que está muerto sabe usted,

pero si consigue hablar con él avíseme de inmediato
porque yo hace tiempo que lo intento
y todavía no he podido”

Y claro, me colgaron.
Lo más triste del caso es que ahora hace tiempo que al menos esta compañía no me molesta, por lo cuál veo que es la mejor manera de proceder para que me dejen en paz, ya que de forma cordial, amable y agradable parece que es un tanto complicado que estas mentes retorcidas y perversas lo entiendan. ¡Y luego seré yo la bruta y la macabra!
Por lo visto nadie les ha advertido que molestar a la gente cuando está delante de la comida es peligroso.
¿Acaso no ven Discovery Channel?

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